sábado, 28 de mayo de 2011

RIMAS

El tiempo es oro, mujer;
yo no lo puedo perder
en pedir ni en esperar.
El tiempo es oro...
Sé mía si lo has de ser;
si no, déjame marchar,
que el tiempo es oro, mujer.

¡El sol baja tan aprisa!
¡Llega tan pronto el ocaso!
Hay que caminar de prisa,
hay que aligerar el paso.
¡El sol baja tan aprisa!

Me queda tanto que andar,
y tanto por qué reír,
y tanto por qué llorar.
¡Para lo que he de vivir
me queda tanto por andar!

No te arrepientas después.
Piensa de qué vivirás
si dejas morir la mies.
¡Yo no ando nunca hacia atrás!
¡No te arrepientas después!


                    Juan José Llovet.

No hay comentarios:

Publicar un comentario